El primer y más importante producto que debe vender una empresa es ella misma, consiguiendo que el público lo asocie con la conciencia y la asociación de los valores que se hayan establecido, se vaya habituando a su imagen de marca y sepa reconocerla.

Un buen primer paso, para alcanzar estos objetivos, consiste en la elección de un nombre para la marca, en un proceso denominado naming (dar nombre), dotándola de significado y haciéndola más atractiva y reconocible.

Posteriormente, tras establecer un nombre a la marca, es necesario dotarla de vida, es decir, de identidad, mediante el diseño gráfico y el posicionamiento (cualidades y personalidad), que definirán percepción que tengan los clientes.

Creamos tu imagen de marca y la dotamos de personalidad para hacerla atractiva y reconocible a los clientes.

¿Qué es el naming?

El naming es el proceso mediante el cual se determina el nombre de una marca y de ahí su importancia a la hora de elegir los criterios, reglas y directrices que permitirán unificar y cohesionar su asignación.

El desarrollo del proceso ayudará a seleccionar correctamente el diferenciador básico de una marca, además de trabajar la conciencia y la asociación con los valores que se establezcan en el mismo.

Optar por una denominación de marca u otra conlleva analizar los valores que queremos que transmita, en cómo percibirá este nombre nuestro público objetivo y, tan importante como lo anterior, en la capacidad de diferenciarse de la competencia.

Por ello, los criterios del proceso deben quedar claros, ya que la elección de un nombre sólo ocurrirá una vez en la vida de nuestra marca y, por tanto, es necesario actuar con responsabilidad pero, a su vez, también con la suficiente creatividad que nos permita descubrir un nombre único, con personalidad y eficacia.

Características de un buen naming o nombre de marca

Las características y factores más importantes, a la hora de elegir un buen nombre de marca, son los siguientes:

  • Memorable y llamativo
  • Relevante o representativo
  • Breve
  • Original
  • Coherente
  • Legible y pronunciable
  • Registrable en la OEPM
  • Adecuado para nuestro público objetivo
  • Significado en otros idiomas
  • Con dominio libre en Internet

Tipos de naming o nombre de marca

Existe mucha flexibilidad y criterios para generar y seleccionar el nombre correcto de una marca, si bien, se pueden englobar hasta 7 tipos generales de naming:

  • Nombres Descriptivos: Expresa lo que la empresa, producto o servicio es o hace, siendo la clase más antigua de marca. Son muy efectivos para describir el negocio y permiten posicionar a las marcas, haciendo que sean más fácil de identificar por parte de los consumidores.
    Ejemplos: Telefónica, Aerolíneas Argentinas, Gas Natural, Air Bus…

  • Acrónimos: Son las iniciales o abreviaturas que evolucionan a partir de nombres descriptivos. Un acrónimo es, por lo general, rápido de pronunciar y fácil de recordar, pero son vacíos de contenido y requieren de medios para generar, a corto o medio plazo, una marca fuerte y diferenciada de la competencia.
    Ejemplos: Milka (Milch und Kakao), IBM (International Business Machines), H&M (Hennes & Mauritz)…
  • Nombres Abstractos: Son palabras inventadas que carecen de significado, por lo que su significado y valores dependerán íntegramente del branding de la empresa, adquiriéndose a largo plazo. Por tanto, dada su unicidad y diferenciación, requieren de un buen trabajo de marca.
    Ejemplos: Google, Skype, Rolex, Twitter…

  • Nombres Sugerentes: Se construyen alrededor de la sensación o la experiencia que ofrece la marca, siendo muy útiles para posicionarse dado que generan expectación y hacen que la marca sea recordada. No obstante, este tipo de naming requiere una comprensión profunda del negocio y lo que representa.
    Ejemplos: Ray-Ban, Toys’r’us, YouTube, Lexus…
  • Neologismos: Trata de crear un nombre nuevo a partir de varios existentes, fusionando dos o más palabras para su creación. Su concepto debe ser descriptivo y novedoso, al mismo tiempo.
    Ejemplos: MoviStar, PayPal, MasterCard, SnapChat…

  • Evocativos: Se trata de conseguir sugerir, evocar o hacer imaginar algo en la mente del consumidor, comenzando el nombre con una raíz conocida y construyendo algo nuevo. Su creación es más sencilla para nombres el lengua anglosajona, dado el juego que ofrecen sus palabras.
    Ejemplos: Vueling, Cabify, Naturgy, Bankia…
  • Asociativos: Expresa lo que la empresa, producto o servicio es o hace, siendo la clase más antigua de marca.
    Ejemplos: Dorada, Puma, Ligeresa, Speedo…

iLike 360 te ayudamos en el proceso de denominación de tu marca, dándole un nombre con personalidad y eficacia.

¿Qué es el branding?

El branding, también conocido como gestión de marca, es el proceso de definición, construcción, posicionamiento, propósito y valores de una marca, que tiene por objetivo la creación de conexiones con el público para influir en sus decisiones de compra. Es decir, el branding se dedica a hacer conocida y deseada una marca, mediante una imagen positiva en la mente y los corazones de los consumidores.

Este procedimiento se lleva a cabo mediante la gestión organizada de la imagen e identidad corporativa, elementos que influyen directamente en el valor de la marca y contribuyen a que las personas asocien los productos o servicios que vende la empresa con recuerdos y emociones positivas.

¿Por qué es importante el branding?

En la actualidad, el número de competidores aumenta de tal manera en el panorama empresarial que la diferenciación es un factor clave, sobre todo, para empresas de un mismo sector. Por ello, el principal poder del branding es su capacidad de identificar y diferenciar una marca, siendo también fundamental para el posicionamiento, favoreciendo su visibilidad y, por tanto, permitiendo que el público ubique una marca.

Asimismo, el branding también juega un papel trascendental en la estrategia de marketing, aportándole sentido común y contribuyendo a mejorar y perfeccionar su estrategia, definiendo las líneas de comunicación en todos los canales, soportes y plataformas, y consolidando una marca mediante su reconocimiento y prestigio.

Tipos de branding

El branding debe abordarse desde una perspectiva corporativa pero, a su vez, también es necesario tener en cuenta que no sólo rodea a las marcas sino también a las personas:

  • Branding Personal: consiste en trabajar la marca personal de cada individuo, la manera en que se percibe a una persona gracias a las acciones que lleva a cabo, comunica y transmite.

  • Branding Corporativo: consiste en trabajar la marca de una empresa, es decir, en la representación mental que tiene el público o la idea que otros tienen de la empresa.
  • Employer Branding: se utiliza para describir la reputación de una empresa como empleadora y para conceptualizar su propuesta de valor hacia los trabajadores, es decir, lo que puede aportar la empresa a los empleados, actuales o futuros.
  • Cobranding: consiste en unir las estrategias de marca de dos empresas para crear una imagen más consistente en cada una de ellas o para ofrecer un único servicio/producto durante un tiempo limitado.

Cómo crear una estrategia de branding paso a paso

Para llevar a cabo una estrategia de branding, es necesario diseñar un plan de marketing que especifique cada una de las acciones que se acometerán a la hora de dar a conocer una marca, teniendo en cuenta la personalidad, la comunicación y el diseño de la marca.

No obstante, lo primordial es conocer los pasos generales de toda estrategia de branding, que abordamos desde iLike 360:

  • Crea una propuesta de valor, orientada a tu cliente ideal.

  • Define propósitos medibles, alcanzables, realistas y temporales.

  • Define los atributos y la personalidad de la marca.
  • Trabaja el posicionamiento entendiendo qué necesita tu público.
  • Trabaja la identidad corporativa, haciendo que sea reconocible.
  • Crea una imagen corporativa representativa y estética.
  • Crea el eslogan de tu marca con textos persuasivos.
  • Define el tono de voz de tu marca para aportarle personalidad.
  • Genera emociones para conectar correctamente con tu público.
  • Trabaja la flexibilidad empresarial para adaptarse a cambios.

  • Crea una guía de estilo interna para unificar los criterios.
  • Recompensa a los clientes para mantener relaciones duraderas.

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